El arte de la caligrafía | Audio cuento infantil
El arte de la caligrafía
– Enséñaselo a tu madre, a ver qué dice.
La pequeña fue a buscar a su madre en espera de un juicio alentador.
Aunque la señora no era calígrafa, entendía la técnica de ese arte y solía emitir unas opiniones muy acertadas al respecto.
Después de mirar durante un instante la obra de su hija, le dijo:
– Has progresado, pero te falta mucho para conseguir el brío y la perfección de la caligrafía de tu padre. En este carácter que has escrito, sólo este trazo se parece mucho a su estilo, y lo demás no tiene nada que ver señaló, poniendo el dedo justo en el trazo que acababa de agregar el calígrafo.
Avergonzada, la niña se dirigió a su padre y le preguntó:
– Después de tantos días de práctica, ¿por qué no he podido dominar aún el secreto de tu arte?
– Es muy sencillo, hija, ¿ves las tinajas que hay en el patio? Cuando empecé a aprender la caligrafía, me dijeron que había que llenar de agua las dieciocho tinajas. Y el día que se agotara el agua haciendo tinta para los ejercicios, sería un buen calígrafo. Lo hice, por eso escribo mejor.
Sin decir una palabra más, la niña entendió perfectamente. Corrió hacia el patio y durante toda la mañana estuvo trabajando para llenar de agua aquellas enormes tinajas. Se puso a practicar día y noche.
Veinte años después, cuando agotó la última gota de agua, llegó a tal dominio de la caligrafía china que fue consagrada como ‘La Santa de los Pinceles’.
– Colorín colorado…
– …este cuento se ha acabado.